Los miedos han partido, entendiendo al tiempo en la
distancia.
Fue la incomprensión que vendo mis ojos y dejo que los
susurros ajenos nublaran mi camino. Encontré entre risas y lágrimas lo que había
perdido.
Volveré a bailar con mis pies descalzos, sin importar la
mirada ajena.
Seré quien era, por decisión propia, sin mirar atrás, sin
dar un paso al costado, sin miedo, sin escusas.
A.R